jueves, septiembre 06, 2012

Editados en Bs. As _Sección Economía


Telefonía móvil 
El temario económico desplaza al “cepo cambiario” y privilegia el ingreso del Estado en el negocio de la telefonía móvil. De Vido retoma el protagonismo y aparta a Echegaray del foco mediático.
Los asuntos económicos que tienen al Gobierno como protagonista en vuelven a ser una de las estrellas en la agenda porteña. Ya desde el viernes, la AFIP había copado el temario con nuevas normas para las compras en el exterior con tarjetas de crédito y débito. Hoy, la entidad que conduce Ricardo Echegaray se ve desplazada por un anuncio del ministro de Planificación, Julio De Vido, en el cual dejó sin efecto la adjudicación de licencias para las frecuencias 3G para telefonía móvil (en las que competían Claro, Personal, Nextel y los grupos Roggio y Vila-Manzano) y declaró que quedarán en manos del Estado, a través de la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (Arsat). Sólo Clarín y El Cronista se desmarcan de sus colegas, dedicándole al tema espacios secundarios en sus primeras planas.

No obstante, Clarín consagra el asunto en su “Tema del día” y pone la lupa en “El rol del Estado” bajo el cintillo “La estatización de servicios públicos”. Advierte así en su título central que “El Gobierno también se mete en el negocio de los celulares”, lo que “provocó sorpresa en el sector y generó dudas sobre el impacto que tendrá sobre la calidad de las prestaciones”. Recuerda así que “Las frecuencias en discusión habían sido concesionadas a privados y ahora reestatizadas. El mismo proceso de Aerolíneas Argentinas, parte de los trenes suburbanos, YPF, Correo Argentino, AySA, entre otras”.
A través de Alejandro Alfie, el diario de la familia Noble revela que fue el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien “impuso su proyecto”, con el “apoyo de Kicillof” y así “le torció el brazo a De Vido”, dado que el ministro “pretendía subastar las frecuencias de telefonía celular que había devuelto Movistar”. Luego, Marcelo Cantón advierte sobre la “calidad del servicio” y releva opiniones de representantes de las empresas y el “escepticismo” del sector privado sobre la capacidad del Estado para “montar una empresa a nivel país”.
En el techo de su sábana principal, La Nación alerta sobre el “nuevo avance del Gobierno”, lo que amplía en la sección económica bajo la firma de Pablo Fernández Blanco. En la página 19, el diario centenario también advierte sobre “Más intervención” y arranca con “El Gobierno entra en el negocio de la telefonía móvil”, uno de “los pocos sectores estratégicos de la economía que permanecían ajenos a su presencia directa”. Retoma así las palabras de De Vido, quien “dedicó una parte importante de su presentación a justificar por qué las compañías privadas quedaron afuera”. Realza además una sugerencia del ministro, quien “deslizó” la posibilidad de controlar “los costos de las telefónicas”.
En opinión de José Crettaz, con esta decisión, el Gobierno “decidió que la pesadilla móvil continuará algunos años más”, dado que “demorará (…) el desarrollo de la infraestructura”. El columnista Carlos Pagni, bajo el título “Capitalismo kirchnerista”, considera que el anuncio de De Vido dentro de la “misma tendencia” en la que se inscriben YPF y una eventual “estatización progresiva de las obras sociales”.
Con “Anularon licitación y desembarca estatal Arsat en telefonía celular”, Ambito Financiero enfatiza las declaraciones del ministro De Vido, quien “descartó que se trate de una nacionalización del servicio y aclaró que Arsat ‘no va a tener una participación testigo, sino una participación equilibrante en el mercado’”, dado que “‘Los argentinos estamos cansados, estamos hartos de los monopolios’”.
El Cronista, que en su portada alerta sobre la “Ola estatista”, remarca en la sección Negocios que “El Gobierno se convierte en operador de telefonía celular y regulará los precios”. En este sentido, Andrés Sanguinetti coincide que “Primero expropió Aerolíneas Argentinas (…) Luego fue el turno de YPF (…) Hace unas semanas se anunció un plan destinado a controlar la rentabilidad de las empresas energéticas”, mientras que ahora “competirá y limitará los servicios que ofrecen Claro, Personal y Movistar”.
En Página/12, Fernando Krakowiak anuncia que “En la telefonía móvil, el Estado pisará fuerte” y celebra así que “Arsat explotará ese espectro de manera directa o a través de terceros, decisión que podría favorecer a cooperativas y pymes del sector”, aunque no fue confirmado por el propio De Vido. Por ello, considera que “Lo único seguro, por ahora, es que el ingreso del nuevo operador (o los nuevos) demorará un tiempo, porque todavía no está claro cuál va a ser el modelo a seguir”. En otro artículo, Sebastián Premici hace foco en la creación y misión de la compañía estatal Arsat, mientras que Tomás Lukin explica “Qué puede hacer el Estado”.

Apuntan que Argentina perdió “competitividad” 
Entre las páginas económicas, hace irrupción el “ranking de competitividad” del Foro Económico Mundial (WEF, según sus siglas en inglés) en el que ubica a la Argentina en franco descenso, desde el puesto 85 al 94 en sólo un año.
Desde Bruselas, Idafe Martín señala que en la caída del “índice de competitividad mundial” se tuvieron en cuenta desde el “‘deterioro de las condiciones macroeconómicas del país’” hasta “la situación institucional’”. La Nación, con la firma de Martin Kanenguiser, expone los motivos del “retroceso” argentino en el ranking: “las restricciones a las importaciones” y la “persistencia de problemas como la inflación, la corrupción y la ineficiencia de la política fiscal’”. Ostenta el diario centenario una conversación telefónica con el economista jefe del WEF, Xavier Sala-i-Martín. Página/12, en un brevísimo recuadro, repara en el “Ranking al uso neoliberal”.
Ambito anuncia que “Argentina cae a puesto 94 en ranking”, pero aclara también que “recibió buenas evaluaciones en materia educativa con respecto al resto de los países latinoamericanos”. Por su parte, El Cronista sostiene que “El crecimiento sostenido de la economía argentina durante los últimos años parece no condecirse con la imagen del país que tiene el resto del mundo en términos comerciales”. 

Retornan los “arbolitos” 
Con un nuevo operativo de la AFIP, los “cambistas informales” o “arbolitos” copan hoy la escena mediática y renuevan el foco sobre el “cepo cambiario” tras las nuevas resoluciones que fijan nuevas reglas para la compra en el exterior con tarjetas de crédito.
No obstante, Clarín sigue atento a las especulaciones sobre un eventual “recargo de 15%” en los paquetes turísticos que se pagan en pesos. Con la firma de Natalia Muscatelli, Clarín pone a las “Agencias en alerta por el recargo de 15% a paquetes turísticos en pesos”. Bajo el cintillo “Restricciones al dólar”, el diario de mayor circulación nacional relata que las agencias de viaje “pidieron precisiones a la AFIP” ante dicha posibilidad, que respondió que “‘no se obstaculizarán los viajes al exterior’”; lo que fue, a su vez, interpretado por las empresas del sector como “una señala de que finalmente no habría recargo para los paquetes facturados” en moneda nacional.
En otros enfoques, Tomás Canosa alerta que la entidad recaudadora “quiere saber todo sobre los pasajeros, pidan o no dólares para viajar”; mientras que, desde Montevideo, Guillermo Pellegrino señala la “Inquietud de Uruguay” ante las nuevas normas argentinas.
A través del dúo Marina Herrmann y José Hidalgo Pallares, La Nación presenta hoy el “Operativo de la AFIP contra los ‘arbolitos’ de la calle Florida” y se jacta así de haber anticipado ayer el desembarco de “decenas de cambistas” en el microcentro porteño. Comenta el diario centenario que “Durante la mañana hubo presencia de inspectores de la AFIP en casi todas las cuadras de Florida”.
En segundo orden quedan las aclaraciones de Ricardo Echegaray a las agencias de turismo sobre los paquetes en pesos, los cuales “no estarán sujetos a la retención del 15%”. Por último, el diario de los Saguier publica el editorial “La odisea de viajar al exterior”, donde acusa que “No parece faltar mucho para que el Gobierno nos diga a los argentinos dónde tendremos que veranear y cuánto podremos gastar”.
Página coincide que “A los arbolitos los fumiga el Central”, quien mantuvo la cotización del billete verde en sintonía con las “inspecciones de la AFIP en la plaza”. Ambito, en cambio, elige invisibilizar el asunto y apenas edita una brevísima columna sobre el fallo judicial contra los operativos contra la venta ilegal de dólares de la entidad que conduce Echegaray.
El Cronista relega la información sobre el “cepo” al suplemento Finanzas & Mercados. En la portada, Mariano Gorodisch también subraya que “La AFIP barre con arbolitos mientras recorta a la mitad montos para viajes”, ya que “El promedio otorgado por persona cayó de u$s 140 a u$s 70 diarios”. Entiende que “el operativo anti-arbolito no pasó desapercibido: un juez ordenó ayer que los procedimientos en la vía pública sobre al venta ilegal de divisas sean encabezados por inspectores del Banco Central”.