 La tan ansiada revancha entre Argentina y Brasil en el amistoso “Superclásico de las Américas” tendrá que esperar un poco más. La semana pasada, los diarios porteños lamentaban la derrota 2-1 del equipo de Alejandro Sabella, a quien cuestionaban por presentar en la Goiania un esquema “defensivo”. Hoy también arrecian las críticas, no ya por el dibujo táctico del DT, sino por un “papelón” en el estadio Centenario de Chaco donde, por un corte en luz, no se pudo jugar el partido, que todavía no tiene fecha de reprogramación.
La tan ansiada revancha entre Argentina y Brasil en el amistoso “Superclásico de las Américas” tendrá que esperar un poco más. La semana pasada, los diarios porteños lamentaban la derrota 2-1 del equipo de Alejandro Sabella, a quien cuestionaban por presentar en la Goiania un esquema “defensivo”. Hoy también arrecian las críticas, no ya por el dibujo táctico del DT, sino por un “papelón” en el estadio Centenario de Chaco donde, por un corte en luz, no se pudo jugar el partido, que todavía no tiene fecha de reprogramación.
“Papelón: Argentina-Brasil no se jugó por falta de luz” presenta Clarín en su sección deportiva. Explica que la “primera falla fue en un grupo electrógeno”, cuando el micro que traslada a la selección brasileña “le pegó con el espejo retrovisor izquierdo a uno de los trailers de los generadores”; pero después llegó otro corte tras quemarse un disyuntor, lo que apagó tres torres de iluminación. En cuanto a la reacción del público, registra la “bronca” y el reclamo para que devuelvan el dinero de las entradas. En otro orden, bajo el título “Y Sabella quería defenderse”, apunta al DT argentino por su planteo con 5 defensores y 3 volantes de “poca elaboración de juego y llegada”.
El suple de La Nación elige “Papelón a todas luces” para su portada de hoy, y al interior, dispara con “Una noche bochornosa, sin luz ni Superclásico de las Américas”. En el artículo, el diario centenario registra que hubo “un sinfín de especulaciones sobre los motivos del desperfecto técnico” y entiende además que “el color, adentro y afuera de la cancha, estuvo teñido por la política. La presencia de los hinchas, la publicidad del gobernador Capitanich y la protesta, todo se entremezcló y confluyó en un papelón”.
Con su ya habitual ironía, el diario deportivo Olé estampa “Anulamos a Brasil” para abrir la portada, lo que acto seguido aclara en la bajada: “Ni se los vio en la cancha ¿Por los cinco defensores que ponía otra vez Sabella? No: el clásico debió suspenderse por falta de luz en el Chaco ¡Qué papelón!”. Aunque no se jugó el partido, igual cuestiona el DT que “mostró sus cartas: puso a Licha López y un 5-3-2”. Según Página/12, “Por un apagón se frustró la fiesta” y por “falta de fechas, es incierta la realización del Superclásico”.
Con “La fiesta en penumbras”, Ambito remarca que “aunque parezca una broma, el plantel brasileño fue el culpable del corte de luz (…): el micro que los trasladaba hizo una mala maniobra y rompió uno de los principales cables de luz y afectó un transformador”.
Luego de meses de idas y venidas para consensuar un candidato que le haga fuerza a Hugo Moyano –ahora enemistado con el Gobierno-, los sindicatos afines a la Casa Rosada finalmente consagraron al metalúrgico Antonio Caló como el secretario general de la CGT “oficialista” o “CGT Balcarce”. De este modo, todos los diarios porteños editan de manera dispar las palabras del titular de la UOM en el momento de su asunción en el congreso de Obras Sanitarias.
Ambito es el único que consigna el asunto en el techo de su portada. Bajo el título “Con elogios a Cristina, nueva CGT pide atención”, Ambito Financiero subraya que la organización “debutó con una contradicción: mientras su documento fundacional exhibió reclamos al Ejecutivo y un tono defensivo frente a eventuales retrocesos en los derechos laborales, los discursos estuvieron alineados por completo con la gestión oficial”. En este sentido, Mariano Martín señala que Caló “prometió en su discurso ‘defender este modelo económico’ y encabezar una CGT ‘colegiada’”, mientras que “los reclamos quedaron reservados en un documento que leyó Daer (Sanidad)”.
Clarín prefiere editar a un Caló apoyando la protesta de los gendarmes, aunque “después tuvo que desdecirse”. Así, Ricardo Carpena considera que esta “primera contramarcha opacó la gran noticia del día para el sindicalismo K (y para la Casa Rosada)”: la creación oficial de una central obrera “integrada por los rivales de Hugo Moyano”, la que cuenta con un “equilibrado reparto de poder”. Se detiene luego en los reclamos sindicales, que se parecieron “mucho a un pliego de condiciones que la Presidenta debería tener en cuenta para llevarse bien con su CGT más fiel”.
“Con demandas, nación la CGT oficialista” confirma La Nación, y a través de Nicolás Balinotti, se acopla a sus colegas al afirmar que “si bien se declaró devota kirchnerista, la CGT opositora a Hugo Moyano nació ayer con una serie de exigencia sindicales a la Casa Rosada”. Por otro lado, Lucrecia Bullrich dedica un capítulo aparte al “primer traspié” de Caló sobre el reclamo de los gendarmes, que “luego de una llamada de Cristina, pasó de avalar la protesta a condenarla”.
El Cronista subraya en la plana 8 que “Debutó la CGT de Caló con promesas de aval al Gobierno y quejas por la inflación”. Así, Elizabeth Peger coincide en resaltar que “en la búsqueda de establecer cierto equilibrio y dar también señales de autonomía, el documento de la flamante CGT hizo eje en una larga lista de reclamos al Ejecutivo” que “avanzó con uno de los temas más espinosos para el kirchnerismo: la inflación”.
Página/12, en tanto, remarca la promesa de Caló de defender “‘el modelo económico que generó miles de puestos de trabajo’” y de encabezar una “‘CGT dialoguista que va a reclamar lo que tenga que reclamar’”.
Socio de Clarín fue accionista de Ciccone
Según difundió Página/12, la empresa Fintech Energy LLC, administradora de Cablevisión junto a Clarín, fue dueña durante cuatro meses de 2009 del 5% de las acciones de Ciccone Calcográfica. La información surgió de la investigación que lleva adelante el juez Ariel Lijo en su intento de rearmar el “entramado de accionistas de la calcográfica”. En la causa Ciccone, que involucra al vicepresidente Amado Boudou, se investigan dos delitos: “negociaciones incompatibles con la función pública y lavado de dinero”. Página/12 señaló que “todo indica que aquella operación, que se deshizo cuatro meses después porque tenía una cláusula de rescisión, fue un intento de salvar la imprenta por su valor estratégico” pero que “no prosperó y la familia Ciccone volvió a estar a cargo”. El periódico añadió que “menos de un año más tarde, el juez comercial Javier Cosentino decretó la quiebra” de la compañía. 

