El temporal de ayer concentra el eje central del temario. En tanto, los asuntos políticos comienzan a transitar una nueva semana que se presenta dispersa y en la que se confirma también la caída mediática del caso de la Fragata Libertad retenida en Ghana. Sin una presencia abrumadora, los matutinos se detienen en la primera reunión que mantuvieron ayer la Argentina e Irán en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza. En líneas generales todos editan que se busca crear un marco jurídico para resolver las acusación que recae contra ocho ciudadanos iraníes –funcionarios y ex funcionarios– por el atentado a la AMIA, que se dio en 1994.
En una nota que sobresale desde la portada de La Nación, Martín Dinatale resalta el “hermetismo extremo” de la reunión bilateral ya que el canciller Héctor Timerman le ordenó a la comitiva nacional –integrada por la procuradora del Tesoro de la Nación, Angelina Abbona, el vicecanciller Eduardo Zuain y la embajadora Susana Ruíz Cerruti– que “‘nadie hable del tema’”. Además, deduce que el silencio del los funcionarios es “sugestivo” si se tiene en cuenta el “malestar” de la comunidad judía. El periodista Jaime Rosemberg analiza ese “malestar” en función de las relaciones entre las organizaciones y el Gobierno –de cara a las elecciones en la DAIA del próximo lunes–.
Al profundizar sobre el “diálogo”, Dinatale anuncia que “la posibilidad de que Irán utilice estas negociaciones para dilatar la causa AMIA y mostrarse dialoguistas ante el mundo, está latente entre algunos hombres del Gobierno”. Citando a “fuentes de la Casa Rosada”, señala que la delegación argentina “habría pedido establecer plazos y límites a Irán en las negociaciones tendientes a investigar a los ocho ciudadanos iraníes”. Los editores de La Nación dejan entrever en el ristretto del artículo que comenzó un diálogo con “destino incierto”.
Clarín, con la pluma de Natasha Niebieskikwiat, apunta que se trató de una reunión “reservada” o “hermética” entre los funcionarios argentinos y los iraníes porque no se difundieron detalles públicos del encuentro que duró “una hora”.
Hasta Raúl Kollmann, en Página/12, se refiere al “hermetismo” de la primera reunión entre la Argentina e Irán porque detalla que al consultar a “allegados a los negociadores” puedo comprobar que la “orden de mantener la confidencialidad fue tajante”. De todos modos supone que la presencia de Abbona, la jefa de los abogados del Estado, “muestra el objetivo oficial: buscar un acuerdo legal” por el caso AMIA.
En Ámbito, asimismo, destacan el “hermetismo” del encuentro y anotan que “las primeras impresiones de los enviados argentinos no habrían sido todo los esperanzadoras que se esperaban”. Según el diario, la presidenta Cristina Fernández recibió “mensajes privados” de Abbona sobre el primer encuentro bilateral. En una escueta columna, El Cronista subraya que no trascendieron detalles de la reunión que se extendió “durante dos horas”.
Acentúan la foto de Scioli con Mariotto
Al igual que ayer, el gobernador bonaerense Daniel Scioli consigue llamar la atención de todos los editores políticos. Esta vez no analizan sus aspiraciones presidenciales o el lanzamiento de su agrupación DOS, sino que destacan que se sacó una foto junto a su vice Gabriel Mariotto.
El corresponsal de Clarín en La Plata, Rodolfo Lara, cree que el encuentro tiene que ver con la “preocupación inmediata” de Scioli: el presupuesto 2013. María José Lucesole registra en La Nación que la foto se “armó para diluir las suspicacias” –“fue evidente la intención de mostrar un clima de concordia”–, luego del encuentro entre el ex vicepresidente de Néstor Kirchner y algunos los exponentes del PJ disidente. Así, prevé que el “principio de acuerdo” se comprobará pasado mañana en la Legislatura, cuando se analice el mencionado presupuesto y la ley impositiva.
Además, Página/12 consigna que la reunión entre el gobernador y su vice tuvo como objetivo “avanzar en la agenda legislativa”. Pero remarca que el “clima de acuerdo” se “rompió” por culpa del senador Osvaldo Goicochea, que salió al “cruce” del proyecto de ley de tierras que impulsa el kirchnerismo. A propósito, Clarín realza: “Scioli frena una ley impulsada por el kirchnerismo duro”.
Por último, Ámbito apunta: “Tregua Scioli-Mariotto habilita debate de leyes”. Agrega que el encuentro responde a la “estrategia sciolista para mesurar la tensión que viene socavando la relación entre el kirchnerismo y el PJ disidente”. Se suma El Cronista, pero desde un pequeñísimo recuadro.
Clarín y La Nación, preocupados por el “bloqueo” canillita
Los editores, periodistas, lectores y hasta los propios canillitas se sorprendieron ayer por la madrugada por la medida de fuerza impulsada el sindicato de Vendedores de Diarios de Buenos Aires (Sivendia) y la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines (Sddra), que impidió que todos los diarios porteños llegaran a los distintos puntos de ventas de la Ciudad y el Conurbano bonaerense. Los dos diarios más vendidos del país consignan que el “bloqueo” de ayer a sus plantas significan un “ataque a la prensa” (Clarín) o un asunto que atenta contra la libertad de expresión (La Nación).
En un artículo sin firma que ocupa casi toda la plana 16, Clarín remarca que el secretario general de Sivendia, el diputado nacional Omar Plaini, admitió: “‘Sabemos que el Gobierno en esto nos está acompañando’”. Con respecto a la situación de ayer, el matutino reconoce que las medidas de fuerza fueron “piquetes sorpresivos” porque no existió un “previo aviso”.
A través de un espacio más reducido, el diario de los Saguier prioriza: “Repudio de ADEPA y de la SIP a los bloqueos a La Nación y Clarín”. En particular, distingue los puntos que considera más trascendentes del comunicado que difundió la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), que se tituló: “‘Nuevo dique a la libertad de expresión’”. Además, realza la voz del presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Claudio Paolillo –también director del semanario uruguayo “Búsqueda”–, que condenó el “ataque flagrante a la libertad de prensa”. Clarín se suma desde un pequeño artículo.
El Cronista sólo privilegia la opinión de la ADEPA. Tanto Página/12 como Ámbito apuntan la noticia de la “sorpresiva” medida de fuerza en recuadros de escasa trascendencia.
Pese a todo, La Nación es el único que especifica el pedido de los canillitas, que “reclaman un 40 por ciento del precio de tapa por la venta de los diarios o un ingreso conformado de 50 centavos por diario de lunes a viernes, 1 peso los sábados y 2 pesos los domingos”.
En otro orden, Clarín realza el “fuerte rechazo” de diputados de “la oposición” –por Ricardo Alfonsín (UCR), Francisco De Narváez (Frente Peronista), Patricia Bullrich (Unión Por Todos) y Silvana Giudici (MC)–.
Finalmente, y a través de dos solicitadas, se produce un interesante cruce entre la Asociación de Editores de Diario de la Ciudad de Buenos Aires (AEDBA) y la Asociación Federal de Editores de la República Argentina (AFERA). La entidad porteña condena el “bloqueo” en toda la plana 17 de Clarín y en un cuarto de sábana de La Nación, en la página 16. Ámbito edita la voz de la AFERA, que explica el sentido de la medida de fuerza de ayer, en su página 9.